sobre el refugio

Publicado: agosto 20, 2010 en amigos, currele, ella, historias de la mera muerte, inocencia, lápida, malafolla, microcuentos
A la muerte le duelen los huesos; son muchos años. La humedad se le clava hasta el tuétano, porque las parcas no abrigan cuando el frío viene de adentro. Cogida a la guadaña para sortear la nieve helada, la muerte entra en el único bar. El encargado escurre una jarra. Solos él y el borracho del pueblo esta noche de perros. La muerte pide algo caliente. El encargado enjuaga un vaso.
—¿Cerveza fría le vale?
La muerte cede, qué otra cosa puede hacer. Ironía, la cerveza fría está caliente; pero no como para sentirse los pies. Cuando llega la chica, la muerte ha logrado por lo menos dejar de temblar.
—Perdona el retraso. —Se sienta a su lado, radiante. Podría rodear una cabina telefónica con ésas piernas.
El borracho del pueblo, sobrio ahora que no necesita fingir melancolía para que sus paisanos le inviten a un trago, cae al suelo como fulminado por un rayo. Pof. En el silencio posterior se podrían plantar habas. La muchacha encara a la muerte, sus ojos violeta destilan sorpresa; enseguida reproche. La muerte casi tira la cerveza al echar mano a la caja. Torácica.
—Yo no… —dice.
Habas y remolacha, así de espeso puede ser el silencio. La muchacha sucumbe primero. El encargado asoma dos dientes cosidos a una sonrisa de escualo. En el suelo, el borracho del pueblo se parte el ojete. De risa.
La muerte comprende. Murmura:
—Cabrones… —No está enfadada. Se supone que la muerte no siente ira, turbación, amor o nada. Tampoco se ríe, porque no tiene gracia.
El borracho del pueblo le da unas palmadas entre las vértebras c6 y c4. El encargado sirve cuatro chocolates con un chispa de aguardiente.
—Deberías verte la cara —dice la muchacha. Los ojos achinados, por las carcajadas. Joven y bonita hasta decir basta.
comentarios
  1. elmercadodelosciclopes dice:

    «Tampoco se ríe, porque no tiene gracia». Muy bueno el micro y todos los posts anteriores. Pequeños diamantes para disfrutar a ráfagas. Un saludo.

  2. Alan dice:

    Para que luego digan que no se puede engañar a la muerte.

  3. Irma Vep dice:

    entre c4 y c6, con algo de fuerza y saber hacer podría haber desmontado a la muerte como si piezas de dominó.

  4. Pecosa dice:

    Desde que he leído lo de podría rodear una cabina telefónica con ésas piernas no he podido concentrarme en nada más.
    La muerte aquí es secundaria. Esa chica joven y bonita hasta decir basta debe ser lo más.

  5. Maite dice:

    Buenísimas las imágenes que has dibujado aquí con maestría. Me gusta mucho tu ironía inteligente. Seguiré investigando porque me temo que…voy a encontrar buenos textos 🙂

  6. patricia dice:

    He llegado a este sitio por un comentario que dejaste en el mío.
    Borges decía que los buenos lectores son cisnes aún más extraños que los buenos escritores. Con lecturas como las que aquí se presentan lo siento en mí, lo veo, comienza a insinuarse el brillo de las plumas.

  7. patricia dice:

    Vuelvo a escribir porque observo que no cliqueé la orden para recibir las nuevas entradas por email.

    Saludos cordiales

  8. El Hombre del espejo dice:

    Sin palabras, aun estoy reflexionando sobre el texto haver quien deve ser mas importante la muerte o la chica..

  9. txm dice:

    La verdadera tragedia es que la cerveza fría estuviera caliente, se le quitan las ganas a uno…

  10. pablogonz dice:

    Está bueno el ritmo. Algunas metáforas inolvidables (las piernas de la mujer). Fértil incursión en terrenos más grandes a los que nos tienes acostumbrados. Por ahí hay filón.
    Un fuerte abrazo,
    PABLO GONZ

  11. annie dice:

    Si la muerte no tuviera sentido del humor estarías muerto, Vittty.

  12. kire dice:

    La muerte y las mujeres a veces son sinónimos =)

  13. kiram dice:

    Uno de los más bonitos post que te recuerdo. Me encanta ^^ Chapó maestro.

  14. vittt dice:

    gustarte es una de las cosas que más me gusta, k.

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