Follan a pelo, rasurados los dos; la pasión no conoce mañana. Él la embiste con fuerza contra la puerta de la cocina, a ella le duele insoportablemente pero es mayor el placer, y mayor el morbo que el placer y mayor el remordimiento que el morbo y mayor la vergüenza que el remordimiento. Las tapaderas bailan sobre las cacerolas, saltan los muebles sobre las patas, el edificio se sacude sobre los cimientos y la ciudad incorpora aquel latido desesperado al suyo propio, el murmullo de un mundo que cada segundo se detiene en su giro por un universo sacudido por el ímpetu de un hombre, que embiste a una mujer contra la puerta de la cocina. El tipo preferiría llevarla a la cama y hacerla despacio el amor, pero la inmensidad no tiene sentimientos. Ni su autor.
sobre el carpe diem 2
Publicado: febrero 1, 2010 en El Mundo Se Acaba, Corran, el profeta sexi, General, más allá de orión, microcuentos, sangrecomentarios
que viva la inmensidad!!!…
y el autor es insensible pero calentón!!!!jejejeje!!! :))
Que sofoco me acaba de entrar… Voy a fumarme un cigarro, a ver si al invertir el orden de los factores echo un polvo después 😀
muchasmiradas.
la inmensidad, dice. y luego dicen que el tamaño no importa…
kylerath.
cuidado con las puertas de la cocina, que luego no hay cómo cerrarlas
Importa.
Y las embestidas (como la hostias) a tiempo, a veces son necesarias.
importa importa
dichosa manía de comer con los ojos… 😉
El Mundo contiene la respiración y maldice por lo bajo por no estar invitado jajaja
hay formas mejores que otras de formar parte del latido del infinito
Y luego dicen que no quedan románticos…
quedamos un puñado, para simiente
y el zoo
El autor de la inmensidad o del cuento es quién tiene el corazón de palo?
lo dices como si pudiéramos no ser la misma persona…
el sexo mueve montañas!!…ah, no espera, era el amor…o, era la fe?…
conclusión: habrá que tener fe en el sexo!!
la fe mueve montañas. derribos la fe.
“El tipo preferiría llevarla a la cama y hacerla despacio el amor, pero la inmensidad no tiene sentimientos. Ni su autor.”
¿Por qué se me fugan las carcajadas?
porque tú tampoco tienes corazón…