Ella enciende un pitillo, está temblando. Él apaga el suyo sin conseguirlo. Ella tiene un ojo morado, él la nariz hecha pedazos. Acodados en la barra beben bourbon en vasos chatos y pesados. Acaban de conocerse en éste mundo cruel pero no van a olvidarse el uno al otro tan fácilmente. El barman les llena los vasos, sin preguntar. Tres silencios se funden con las notas de un saxo tenor, notas tristes como un ataúd pequeño y blanco. Él muerde una palabra sin atreverse a mirarla: bastardo. Ella ahoga una maldición sin fuerzas para mirarle: zorra. La corbata torcida, el carmín corrido, aquel dichoso saxofón. No se trata de un final feliz, ni de un final. Es sólo que los destinos tristes se cruzan con la misma fugacidad con que se bifurcan. Sólo eso.
sobre la defensa propia
Publicado: septiembre 3, 2009 en cine, citas, ella, General, los perros sueñan en blanco y negro, microcuentos, sueñoscomentarios
Ríete tú de lo peces de colores…
pudiéndose reír uno de uno mismo…
Mientras sea en buena compañía…
SIN PALABRAS
pero para bien o pero para mal, k?
xD Para bien, para bien. Siempre que sea en blanco y negro y con whisky del bueno xD
De todo yo tb me quedo con el whisky.
El texto me ha encantado pq suena a jazz
un saxo vale más que mil palabras…
Cuando te pones negro sacas lo mejor de ti 😉
La pasión es lo que tiene.
cuando estoy de buen humor, imagino que la pareja acaba de conocerse en aquel bar. ella entró con el ojo morado, él tenia la nariz rota. ese bastardo y esa zurra mudos van dedicados a quienes les hicieron echo eso. ellos nunca lo harían. por un momento no se sienten tan solos esa noche; hasta que termina la canción…
Cuando estás de buen humor le añades un punto de vista a la obra que la convierte en una caja de Pandora digna de un genio, chaval! 😉 (lo de chaval era para que no pareciera excesivamente solemne el comentario).
gracias, (suerte no soy de ese tipo de tipos que dicen nena 😉 a las personas) circe.
Vittty, Vittty, Vittty, te han destrozado la nariz últimamente, a que sí?
annie, annie, annie, como el boxeador que siempre queda segundo la tengo.
La naríz destrozada esconde a un hombre destrozado, con el corazón destrozado y el hígado intacto.
Joder, qué profundo
desde las mismas tripas.