Cada sábado por la noche, los Gómez hacen el amor. Los Gomez nunca follan, no son conejos. Aunque salgan hasta las tantas y Ramón llegue tan pedo que se confunda de rellano; aunque Marta tenga el periodo. Es sábado, anochece y Ramón sin llegar. Ha ido a ver a sus padres; Marta no los soporta. Marta está enfadada. Cuántas veces le habrá dicho a Ramón que la llame si va a llegar tarde. Miles de veces, cientos de miles quizá, Ramón las lleva contadas. Enfadada es como Marta se rasura el coño con la Gillette. A Ramón le gusta rasurado. A Marta le gusta que a Ramón le guste chupárselo. No les gusta a todos los hombres. No chupárselo a ella en concreto, chuparlo en general. Marta está verdaderamente encabronada mientras se aplica papel higiénico ensalivado en las heridas. Todavía no sabe que Ramón a muerto. Ramón tampoco. No lo sabrán hasta mañana, cuando la policía encuentre su coche en el fondo de un barranco. Siniestro total. No lo sabrán mientras hacen el amor. Los sábados por la noche en casa de los Gómez son sagrados.
Este Ramón es que no se entera ni de que se muere, pero cumplidor es un rato.
un rato, no duró mucho, no 😉
Se fue con los deberes hechos. Aunque el afeitado de Marta le irritara la barbilla. Aunque viniera hasta las narices de los refunfuños de su madre. Aunque su esposa contrajera el entrecejo a la vez que abría las piernas. Aunque estuviera muerto.
aunque ya no la amara…
ostras vittt, hemos coincidido en asuntos de rutinas…
casualidades tiene la vida
Pues ten cuidado con el coche Ros.
Siempre es igual… Los que quedan vivos son los que peor lo pasan… Pobre coño!!!.
la muerte es pa los vivos.
Pero cómo van a hacer el amor si Ramón murió????…no comprendo ¿?
la fuerza de la costumbre, @muchasmiradas :O)
Excelente.
por acá la muerte tiene sus propias reglas, muchasmiradas 😉
rutina, costumbre, inercia…
Ni la muerte le iba a hacer faltar a su “deber” como marido… y muentras MORT fumando un pitillo en la puerta de la casa de los Gómez, mirando las estrellas.
me encanta la imagen de la muerte fumando un pitillo mientras mira las estrellas. algunas llevan muertas miles de años.
Como debe ser.
Igual que en mi casa.
Efectistaaaaaaaaa, tramposoooooooo
y me lo tengo de un creídooooooooooooo
Claro que son sagrados, hasta para morir!!!
Muy bueno!!!
puestos a pedir, mejor morir en lunes; te ahorras la semana laboral
No hay que perder las tradiciones familiares bajo ningún concepto.
Y oye, qué bien te sienta escribir en los meses de verano. Llevo unos días que te leo ojiplática.
en verano la inspiración anda más ligerita de ropa, soy humano 😉