Una pareja de jubiladas que buscaban setas fueron las primeras a ver un muerto saltando la tapia del cementerio. Nadie las creyó en el pueblo —el cura mucho menos— hasta que dos muertos se confundieron entre los asistentes a un entierro. La alcaldesa mandó levantar tapia del cementerio un metro y coronarla de cristales rotos de botellas de vermú. No sirvió de nada. Los muertos saltaban la tapia por alta que fuera. De modo que pusieron techo al cementerio, como un pabellón deportivo. Creyeron en el pueblo que habían dado con la solución, pero los muertos se las arreglaron para cavar túneles y pasar la tapia por debajo. Igual que traspasaron las zanjas de cocodrilos y la alambrada que el teniente de alcalde consiguió a buen precio de unos excedentes del ejército; los nidos de ametralladoras quedaban fuera del alcance de las arcas municipales, malditasea. Nada detuvo el ímpetu de los muertos por abandonar las tumbas en que los sepultaron sus seres queridos, que ya no querían verles jugar a pelota con los niños o charlando en la plaza con los abuelos.
Esto que te ahorras con la cremación. Por precaución, después echar las cenizas al agua para que se disuelvan.
Estos muertos vivientes son de lo más insistente. Cualquiera les discute algo!
después de muerto nadie te pide opinión, ello no significa que no se tenga.
No es serio este cementerio.
si es que ya nadie quiere descansar en paz.
no eternamente al menos.
Si les hubieran devuelto el dinero que les debían en su momento…
eso y que quien mejor para pulirse la herencia que uno, muerto o no
Es que los cementerios no son como los de antes, ni siquiera estar muerto es como era antes… las cosas cambian incluso en las costumbres de los zombis
no sé si me dan mas miedo los muertos vivientes o los vivos murientes.
Con su permiso, voy a enlazarle, señor vittt.
no necesita permiso para eso, será un placer…
¡Papeles para todos los zombies ya! ¡Abajo las vallas!
Sal a buscar setas para esto.
(Ostras tú, qué yuyu la foto!)
estuve liado con la de la izquierda.
Tienes buen gusto.
me pone que me muerdan