Aprovechando un despiste metí mi ego en el armario; me costó que cupiera entero, aunque el armario es grande, pedazo ropero. Sé que mi ego no saldrá nunca del armario porque es demasiado macho. No hay ego más macho que mío. Tengo el ego con los huevos más grandes y más peludos y más llenos de oh, mierda.
Mucha risión.
No tengo nada más que comentar exceptuando el hecho de que tengas cuidado con la naftalina. Irrita que da gusto.
Que puestos a competir, te juego por mi virtud que a modesta nadie me gana.
nada hay más irritante en mi armario que la ropa de los ochenta!!
soy mil veces más modesto que el que más, pero no puedo jugarme lo que no tengo…
Y donde pones a los monstruos del armario?
desde que salieron aullando de miedo del armario cuando metí dentro mi ego, no he tenido más noticia de ellos. desgraciadamente.
A ver si tu ego está en Narmia.
las iba a pasar canutas el león ése, sólo hay sitio para un macho alfa en la manada…
Con permiso de usted (¡oh, insigne creador del blog!) me acaba de recordar una tira de Efe.
http://www.efeweb.es/pet4/pet4_096.php
Pd.- Que diría Efe si supiera que le acabo de citar.
ostia santa, qué weno!!
jajajajah
Te diría que me encantó, pero no quiero seguir ayudando a tu ego.
te lo agradezco, alan. más que una gran persona con un ego enorme, soy un ego enorme con una persona pequeña.
Los tamaños siempre fueron importantes.
Admiro a los hombres de grandes armarios, digo, egos! ¿en qué estaría pensando?
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Me parece que el ego salió del armario…
me temo que nunca cupo en él.