La mujer desnuda le pregunta al tipo que no la encuentra atractiva si le gusta lo que ve.
—Dí —abre las piernas de par en par—, ¿te gusta?
El tipo que no la encuentra atractiva observa, impotente, la soberbia erección que habla por él.
—Oh, sí —dice (ella, ventrílocua).
la insoportable levedad del ser segunda parte
Publicado: mayo 15, 2009 en ella, inocencia, microcuentos, sangrecomentarios
Lástima que las erecciones no sean señal inequívoca del “sentimiento atractivesco”. Bueno la verdad es que no lo sé. Yo siempre cierro los ojos (con perdón).
yo debo aprender a no cerrar el corazón
Don vitttO, empiece usted a dejarlo abierto durante las horas de relax y ya verá que en un par de meses será capaz de tenerlo abierto, de par en par, 24 horas seguidas 😉
Tampoco tanto tiempo que se lo rompen. Pensándolo bien…, merece la pena arriesgarse.
Una entrepierna desobediente, sin duda.
desgraciadamente es más fácil abrir las piernas que el corazón
“desgraciadamente es más fácil abrir las piernas que el corazón” vitt dixit.
¡Qué gran verdad!
Él no habla pero se le mueve, y ella habla per sin mover los labios (ningno de los dos pares). La pareja ideal.
sobran las palabras. la fiebre te afila el ingenio 😉